Fiestas

Exceptuando algunas poblaciones más industriales o de servicios, como Irurtzun, Lekunberri y Leitza, los valles de Imotz, Ultzama, Basaburua, Larraun, Araitz y Leitzaran son eminentemente agrícolas y pastoriles. De ahí que, en general, sus fiestas no sean conocidas y se celebren la mayoría en el ámbito familiar y del reducido grupo de habitantes de cada pueblo. 



En el ciclo de invierno es importante la celebración de la Navidad, que en Leitza adquiere notoriedad por la celebración del Orantzaro u Olentzero y la cencerrada del día de Reyes. 



También son notorios en la zona los carnavales. Los de Uitzi suelen ser los más tempraneros, pues tienen lugar el primer o segundo fin de semana después de reyes con matatxerri y puska biltza o cuestación de dinero y alimentos. Los de Leitza son más populosos y también se celebran en enero, a finales; el sábado es día de cuestación en el pueblo, el domingo tiene lugar el desfile o cortejo de carnaval y el lunes la cuestación por barrios y caseríos. Suele terminar con la cena típica de potaje, carne guisada y cuajada.



En el ciclo de primavera está muy presente San Miguel de Aralar, que abandona su santuario el domingo de Pascua para comenzar su periplo de viajes, visitas y bendiciones de los campos, que duran hasta el mes de junio, la víspera de San Juan. Visita unos trescientos pueblos, comenzando por Baraibar y terminando, al otro lado de la sierra, en Uharte Arakil. Entremedio, el día del Corpus Christi se celebra en el santuario de Aralar con una procesión por los alrededores, muy sentida por los cientos de visitantes que acuden todos los años. 



La primavera es, además, época de romerías, sencillas, pero que permiten el reencuentro con familiares y amigos que viven fuera del pueblo. Entre las más conocidas están las de la Trinidad de Irurtzun, la de Alkotz al monasterio de Belate, las de Santa Engracia de Uitzi y las de la Santa Cruz en Areso y Leitza. 



El verano es la época de las fiestas patronales. Cada pueblo celebra las suyas, pero como es lógico, las de las poblaciones más grandes son las que tienen más "gancho" y atraen a la gente de los pueblos vecinos. Entre ellas destacan las de Leitza, en agosto, conocidas por su ambiente y porque en ellas tiene un lugar destacado las exhibiciones de deporte rural o herri kirolak y del grupo de dantzas que baila, entre otros, la espatadantza y el ingurutxo. También son fiestas sonadas las de Lekunberri.