Gastronomía

Basta mirar con ojos curiosos el paisaje de nuestros valles, pueblos y montañas para deducir que aquí se tiene que comer bien. Recorriéndolos, contemplaremos ríos limpios de montaña, prados, muchos prados, de siega y de montaña, en los que pastan vacas y ovejas, bosques tupidos de robles y hayas, huertas cuidadas en los pueblos y palomeras de caza en lo alto de los montes.

Todo ello nos da pie para hablar de los productos y los platos propios de la zona. En primer lugar la carne de vacuno, excelente y muy apreciada y de la que proceden platos tan emblemáticos como el chuletón a la brasa. También es típica la carne de cordero, asada, en chuletillas o en costillas, y la de cerdo y sus embutidos -txistorra, birika, tripekis, tripotxa- y morcillas. De siempre ha tenido mucho predicamento el bacalao, en trozos o al ajoarriero y, por supuesto las verduras, menestras y, entre las legumbres, las alubias rojas, con todos sus "sacramentos" de tocino, chorizo y morcilla.

La leche de vaca se vende en su mayor parte a centrales lecheras, pero también sirve para la elaboración de yogures y mantequilla. Más conocidos son los productos derivados de la leche de oveja, en concreto el queso y la cuajada. Son numerosas las queserías y los pastores de la zona que elaboran un excelente queso perteneciente a la denominación de origen Idiazabal, dentro de la subzona de Aralar. También cada vez más conocida y apreciada es la cuajada, un postre lácteo tradicional de nuestros valles.

Bastante menos conocida, pero que también va ganando adeptos es la miel, un producto puro que se elabora de modo artesanal en la Ultzama y Larraun, donde las abejas encuentran abundante flor de brezo, boj, bosque, etc.

Un atractivo especial es también la caza, la pesca deportiva en las zonas permitidas y los hongos y setas que tanto abundan por nuestros bosques y prados. Platos de temporada, escogidos como pocos, son los de paloma torcaz, jabalí y los inigualables revueltos de hongos y perretxikos.

Últimamente se van introduciendo algunas sidrerías que ofrecen sidra de elaboración propia y el típico menú de sidrería, consistente en tortilla de bacalao, bacalao en trozos, chuletón y, como postre, nueces y queso con dulce de membrillo.

No hay que olvidarse del patxarán entre las bebidas típicas ni de las tortas de talo, hechas a la plancha con harina de maíz, imprescindibles en toda romería o fiesta popular....