A la salida del pueblo, camino del puerto de Azpirotz, se encuentra la ermita de la Virgen del Pilar, en cuya festividad, 12 de octubre, tienen lugar las fiestas patronales de Lekunberri.
Su primitivo núcleo, que se extiende al abrigo de la Peña y a la vera de la regata de Arrakieta, se fue ampliando a ambos lados de la carretera en dirección sureste, sobre cuyo extremo, en la carretera a Etxarri, se halla la antigua estación del Plazaola, convertida en oficina de Turismo(con una pequeña exposición y venta de productos artesanales) y sede del Consorcio Turístico del Plazaola. En los antiguos almacenes, un edificio anexo, se puede contemplar un interesante diaporama que muestra los recursos turísticos, culturales, gastronómicos y folclóricos de la zona.
En el extremo sureste de una depresión, bajo la autovía A-15 y atravesada de NO. a SE. por la carretera N-130, se extiende Lekunberri, la capital del valle de Larraun y ayuntamiento independiente desde 1995. Tiene 1486 habitantes, es centro subcomarcal, comercial, industrial y de servicios, y tradicional lugar de veraneo. Es también un centro estratégico de comunicaciones.
Aunque un poco desdibujado por las nuevas construcciones y la ampliación hacia la carretera, el núcleo antiguo tiene interesantes construcciones, entre las que destaca su iglesia de San Juan Bautista, gótica del siglo XIV, con algunos restos de tipo románico, una pila bautismal del siglo XIII e interesantes retablos barrocos y renacentistas de los siglos XVI y XVII.
A su alrededor y extendiéndose hacia la regata de Arrakieta, se extiende el caserío más antiguo, formando bellos rincones. Las casas son grandes y hermosas, exentas, generalmente a dos aguas, aunque también las hay a cuatro, y muchas con escudos en las fachadas, que identificaban a los miembros de la localidad como hidalgos. Responden a la tipología del valle y aunque la mayoría pertenecen al siglo XVIII y XIX, las hay más antiguas, como casa Alkatanea, tardogótica del siglo XVI.
Un edificio interesante, pero moderno, es el hotel Ayestarán, edificado en 1932 por Víctor Eusa en estilo neorregionalista, en el que se combinan piedra sillar, ladrillo y madera. También al lado de la carretera se levanta el convento neogótico de las Clarisas, edificado en 1888 bajo el patrocinio de los Juanmartiñena.
